Hay
momentos, épocas que avecinan otras, intuyen que se acerca un cambio,
uno grande y desde ese instante, parece que no se avance, como cuando un
vehículo adelante al tuyo con bastante más velocidad, y crees estar
parada. Eso sucede, todo ser ralentiza, las decisiones se postergan
porque siempre falta aquella que da la clave de ese cambio que no acaba
de llegar pero sabes inminente. Mientras tanto, la lentitud de
movimientos será la norma. Acumularemos la energía extra que habremos de
necesitar para afrontar lo que se avecina.
No estamos parados aunque eso mismo sea lo que nos parece.
No estamos parados aunque eso mismo sea lo que nos parece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario