sábado, 26 de junio de 2010

Horas prestadas

Ante nosotros tenemos horas y horas de tiempo que debemos utilizar, qué responsabilidad. Seremos el resultado de cada una de ellas, las llenaremos de nuestras opciones y sufriremos las consecuencias, buenas y malas.
Al principio de adquirirlas, ni nos damos cuenta, aún no sabemos ni hablar, andar o reconocer nuestros propios límites físicos, vamos creciendo, pero aún no somos conscientes del Tiempo; ayer, hoy y ayer es tan ajeno a nuestras experiencias como la física cuántica ahora --excepto para los estudiosos del tema-, pero poco a poco, empezamos a valorar esos segundos, y justo cuando lo hacemos, es el tramo vital donde hay que saltárselo, no preocuparse por eso, sino por reafirmarnos, comprendernos más allá de la imagen que nos devuelven padres, amigos y sociedad.
Luego, cuando uno es consciente de quién es, de qué quiere hacer con el tiempo prestado, se asusta, cree que ya le queda poco, que ya no llega, parece tarde, pero no lo es. Es justo el momento. Y se sabe porque ante ti están todavía todas esas horas esperándote. A por ellas.

1 comentario:

  1. Me llego el texto este, me gusto me recordo algo que pense hace poco, gracias por escribir :)

    mira mi blog por si te apetece leer algo que escribi.

    http://elbrian.wordpress.com/

    un saludo, espero que me puedas escribir.

    ResponderEliminar