jueves, 10 de junio de 2010

Voluntad de cambio

Es tan fácil cambiar de destino, de rumbo, que asusta. Con sólo darle la vuelta a la rutina, ya está. Se puede todo. Dejar un trabajo por otro, una ciudad, amigos, profesión, identidad..., no hay límites, sólo los que nos autoimponemos.
Vivimos conforme a nuestras circunstancias y a las opciones hechas, pero siempre existe el camino radical, el que nos alejará de nuestro modo de ver el mundo.
Normalmente, no suele ser decisión propia, sino que lo que nos rodea se tuerce completamente y el cambio surge por tener que acoplarnos al nuevo estado de cosas, pero eso no significa, que no tengamos el mismo poder, uno que no solemos utilizar; vamos trampeando la vida, y nos lo reservamos para cuando, definitivamente, esa vida ya no es Vida.

1 comentario: