domingo, 19 de septiembre de 2010

Imaginemos

Imaginemos que sólo disponemos de veinticuatro horas, que cuando terminen, no habrá más.
Cómo apreciaremos cada segundo, no existirá la monotonía, lo cotidiano brillará, cada pensamiento será suficiente, no necesitará de planes, respiraremos comprendiendo que lo hacemos.
Imaginemos que sólo nos queda un día.
Mañana, antes de que acabe el plazo, contaré cómo fue, cómo será, ese último día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario