viernes, 4 de junio de 2010

Profesiones

Normalmente, de niños, queremos ser algo que por sistema provoca la risa y unas cuantas premisas convencionales en los adultos, que te miran como si aquello que has dicho, fuera ya no imposible, sino increíble, qué manera de fastidiar el mundo infantil; por qué la mayoría no sabe apreciar a ese niño -niña- que sueña con ser aviador, bombero, detective privado, santo, actor, médico de cerebros, escritor..., no entiendo esa actitud, o no preguntes o ten respeto a la contestación.
Para un niño todo es posible, y ese entusiasmo hacia lo que será de mayor, le ayuda a crecer. Es más, los que han mantenido la profesión soñada de niños, los que han podido sustraerse a la incredulidad adulta y han perseverado en sus ilusiones, no sólo lo han logrado, sino que son más felices, desde luego, mucho más que los adultos sin imaginación y ganas de cortar alas que le rodearon y le rodean.

1 comentario:

  1. Sí, Fargmento certero, pero hay que hacer constar que cuando uno tiene que pedir ayuda a la familia, el niño ese acojonado asoma por debajo de la puerta!!!

    ResponderEliminar