miércoles, 14 de julio de 2010

Zanahorias

Hay veces que da una pereza realizar lo que uno quiere, la tendencia suele ser la de mantenerse en la posición todo-igual-que-siempre.
Cada vez que te enfrentas a un cambio, aún agradable, es una violencia contra la rutina. Se hace porque luego uno lo agradece, se alegra de esa nueva actividad, pero la verdad es que llevarla a cabo es un esfuerzo.
En vacaciones mucha gente no va realmente de vacaciones, se las toma como una obligación más, una rutina estival donde todo está exactamente igual que el resto de los días. Y lo bueno que tienen los días libres es que son libres, se puede hacer lo que se soñó entre tarea y tarea. Y más de uno, deja los sueños aparcados poniéndose cualquier excusa para no hacer lo que tenía ganas cuando no podía.
Gran paradoja, cuando se puede realizar lo anhelado, muchos, dejan de quererlo, prefieren seguir sin lanzarse, sin atreverse. Quizá es que no eran sueños reales, puede que tan sólo fueran zanahorias inalcanzables, adrede, atadas a un palo para ir a por ellas, sabiendo que nunca podrían acortar esa distancia.
Una cosa es soñar y otra despertar en el sueño.

1 comentario:

  1. El esfuerzo es quizás lo que distingue a los sueños reales de las simples zanahorias.

    Un beso.

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