miércoles, 8 de junio de 2011

Relato. 2 parte. HERMANOS

Al cabo de los años, este caso se podría haber difuminado por el roce de todos los demás realizados; mismo encargo, misma situación, mismo desenlace… por este timbre inusual hubiese tenido una manera de perfilarlo por entre las penumbras de la memoria… aunque este caso no se les olvidó… y no sólo por eso.
Esta segunda vez y antes de acabar el breve concierto, se escuchó, a contratiempo, una voz masculina pidiendo calma, que ya iba.
Efectivamente, al cabo de unos minutos, la puerta se abrió.
-¿Sí? ¿Quién es?-La voz provenía de un hombre de unos cuarenta años, vestido de ir por casa que se asomó, con prudencia, por entre la tacaña abertura que permitía la cadena de seguridad.
-Disculpe. ¿Es usted Francisco Nuñez? -Juan, fiel a su palabra, habló.
-Sí, el mismo. ¿Qué quieren?
-Somos de la policía. ¿Tiene usted una hermana llamada Sandra?
Francisco nada dijo, cerró la puerta y tras un breve forcejeo con la cadena, volvió a abrirla. Ahora ya, de manera francamente hospitalaria.
-Pasen ustedes.
-Gracias.
-Están en su casa -dijo señalando unos butacones de piel marrón claro. Se sentaron uno junto a otro, controlando profesional y rápidamente, su entorno. Ustedes dirán.
Juan no contestó inmediatamente. No se acostumbraba a dar este tipo de noticias, le eran mucho más fáciles las detenciones.
Miró a su compañero, que estaba ocupado intentando disimular, que no se daba cuenta de que Juan esperaba que fuese él, esta vez, quién hablase. El viaje de vuelta sería uno silencioso y lleno de reproches, pero le compensaba. Odiaba comunicar muertes a los familiares.
-Somos de la comisaria del distrito 12 y tenemos una noticia nada agradable que trasmitirle. -Juan hizo una pausa, para que Francisco pudiese ir intuyendo, que lo que iba a escuchar era de la clase de mensajes que uno nunca quiere oír.

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